- Todas somos una
- 5 abr 2019
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Actualizado: 3 jul 2019

La educación técnica es básicamente transferir conocimiento de una persona a otra. Esto es lo que normalmente se hace en centros educativos con materias como matemática, ciencia, comunicación. El tipo de educación que es necesaria, pero carece en el Perú, es mucho más compleja, ya que no solo se basa en informar. La educación en valores, según la página Psicología y Mente, busca inculcar virtudes que se basen en el respeto e igualdad. Es dentro de este modelo educativo que se tocan temas como el que todos los seres humanos somos iguales, ponerse en el lugar del otro ayuda a resolver conflictos, respeto hacia las diferentes formas de vida, lo importante de mantener una buena relación con la naturaleza para su preservación. Esto se da con el fin de que los estudiantes reflexionen y puedan debatir sobre lo que piensan al respecto.
En este texto, explicaremos cómo la falta de educación en valores en Perú se convierte en una de las principales causas del machismo, y, por ende, del acoso callejero.
Nuestro país se ha desarrollado a lo largo de la historia bajo una sociedad patriarcal. Esta sociedad, según un blog de Oxfam Intermón, coloca al hombre por sobre todas las cosas y lo asocia con el mando y la dominancia. De esta manera, posiciona a la mujer en segundo lugar y le otorga un papel sumiso y obediente. En este modelo, claramente hay una discriminación hacia la población femenina y se desaprovecha todo aquello que pueda aportar a la sociedad, obligándola a quedarse en casa y atender a la familia. Es debido a esto, que la mayoría de varones crece con la idea y el sentimiento de superioridad ante la mujeres. Las cosifican. Cuando el hombre tiene esta visión de la mujer, como una cosa, se cree con el derecho de poder tratarla como se le antoje para su beneficio y satisfacción sexual. Por ello, podemos decir que la falta de educación en valores es una causa de acoso sexual en el país. Las mujeres reciben piropos, tocamientos, silbidos, etc. Muchas veces no se actúa por detener estas manifestaciones machistas. Esto sucede porque el país está naturalizando esta ideología errónea y discriminatoria. Incluso, se ha llegado a culpar a la víctima por la situación que sufrió.
Otra causa del acoso callejero vendría a ser la existencia de estereotipos sociales. Según la página web Lifeder, consisten en una serie de ideas predeterminadas que existen sobre la forma de ser, actuar o comportarse de diferentes grupos de personas. Esto nos lleva a clasificar a las personas en grupos y crear ciertos prejuicios sobre ellas. Se debe a que nuestro cerebro siempre busca categorizar y simplificar lo que nos rodea.
Debido a que nuestro país desarrolló una sociedad patriarcal, los estereotipos que nazcan en ella, se basarán en la idea de superioridad del varón. Podemos afirmar que cuando hablamos de las mujeres, se les asociará rápidamente con las tareas del hogar, el cuidado de la familia, la debilidad y el placer sexual. A los hombres se les otorga el papel del jefe y el mando. Esto desarrolla un pensamiento de poder sobre las mujeres, quienes terminan convertidas en un objeto y fuente de satisfacción sexual. Por ende, son ellos los que se creen en el derecho de hacer comentarios y gestos de índole sexual en las calles, de atentar contra su dignidad y seguridad.
En conclusión, los hombres que cometen este tipo de actos, se creen superiores al sexo opuesto. Tratan de demostrar su masculinidad de una forma inadecuada, y causan en sus víctimas un sentimiento de inseguridad y miedo.
El acoso callejero es un problema que debemos erradicar lo más pronto posible. De esta manera, la población podría desarrollarse libremente sin ningún tipo de impedimento social.
Opino que la mejor manera de hacerlo es reformulando y aplicando el Plan Nacional de Igualdad de Género (PLANIG). El cual es un instrumento que tiene la finalidad de eliminar toda diferencia, brecha y discriminación por sexo. Al implementarse el PLANIG de manera correcta, las mujeres podrán lograr desarrollarse plenamente en la sociedad.
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