Para entender el concepto de acoso sexual callejero es necesario primero saber qué es. Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), junto con el Comité para la Igualdad de Género, el acoso sexual se define como una conducta indeseada de índole sexual cometida por un acosador. En esta problemática, el machismo juega un rol muy importante. Según una investigación realizada por José Moral de la Rubia y Sandra Ramos Basurto (México, 2016), es definido como una ideología que define y justifica la la superioridad del hombre sobre la mujer. Teniendo en cuenta que es el machismo, se puede entender que la mujer es vista como un ser inferior al cual se le ve como un objeto, es decir, que el hombre identifica a la mujer por alguna de sus partes.
Asimismo, el machismo tiene un concepto afín, que es el sexismo. Se denomina sexismo a la actitud discriminatoria que infravalora a la mujer. Otro concepto clase es la violencia de género. Según la ONU, el acoso sexual callejero ha llegado a ser considerado parte de la violencia de género, ya que esta es un tipo de agresión física o psicológica hacia una persona por su género. Existen varios tipos de violencia pero en este texto sólo se presentarán dos: La violencia física, se define como la invasión de espacio de otra persona que produce un daño utilizando la fuerza que puede llegar a causar lesiones .Y la violencia sexual, según NSVRC (Nacional Sexual Violence Resource Center), es la acción de una persona pga forzar o manipular a otra para realizar una actividad sexual sin su consentimiento.
ANTECEDENTES
Perú no es el único país con problemas de acoso callejero. Incluso Holanda, considerado dentro del primero mundo, posee un 40% de mujeres que ha sufrido lo que se puede denominar como acoso sexual callejero.
Según un estudio de Datum Internacional, realizado en el año 2018, el Perú ocupa el segundo lugar como país con mayor acoso en toda América Latina. En nuestro país, 41% de las mujeres ha sufrido acoso sexual y, hasta la fecha, no hay ninguna medida drástica que se haya tomado para detener este problema.
En Noviembre del 2015, Anke Laterveer, una humorista de nacionalidad holandesa, contó abiertamente en televisión nacional que sufrió de una experiencia sexual en contra de su voluntad y seguido de ello, creó la campaña en twitter “#zeghet” o “#dilo” en español. La campaña se creó con la intención de que las mujeres que sufrieron situaciones similares, puedan contar sus experiencias. #Zeghet es un proyecto importante, porque no es exclusivo para Holanda, sino está abierto a todo el mundo. Marca el cambio, ya que se puede hablar sin tabús y las victimas ya no se sienten solas.
Otra solución para este país, Holanda, es que el acoso callejero ya es un delito punible. Un hombre que siguió a dos grupos de mujeres y les dedicó piropos, fue el primer sancionado por acoso callejero. Se le multó con 200 euros.
Lamentablemente, este hecho quedó tan solo como una advertencia, puesto que el sujeto padecía de una ligera deficiencia mental y no contaba con los recursos necesarios para pagar el dinero solicitado. Siempre y cuando no reincida en un lapso de 2 años, no tendrá que pagar la multa.
Así como este país, Holanda, halló una solución para este problema, nosotros como país también podemos buscar una manera de erradicar el acoso callejero, ya sea guiándonos de las acciones Holandesas o buscando una que se adecúe a nuestra sociedad.
Para comprender mejor el acoso callejero, explicaré a continuación quiénes son los principales responsables de esta problemática .
En primer lugar, se encuentran los acosadores (generalmente hombres). Según un estudio realizado por Melissa Magallanes (Universidad César Vallejo), la edad no parece ser un elemento determinante, pero sí lo es el estado civil: la mayoría son casados y con hijos. Su perfil psicológico se caracteriza por tener una actitud sexista y machista. Además, son incapaces de canalizar su sexualidad ya que son inmaduros, impulsivos e inestables. Algunos psicólogos afirman que los acosadores poseen una autoestima baja, por lo que buscan compensarla con la sensación de control y poder sobre las afectadas, lo que origina que las víctimas se sientan amenazadas e inseguras.
Otro factor responsable del acoso callejero es la cultura machista. Según la Real Academia Española, el machismo es la actitud de prepotencia de los hombres respecto de las mujeres. Esta ideología tiene como objetivo discriminar a todo aquel que tenga una conducta o característica que pueda estar asociada a la feminidad. Debido al machismo, muchos hombres se sienten en el derecho de ejercer poder sobre las mujeres y faltarles el respeto esperando que ellas no hagan nada al respecto.
Finalmente, los medios de comunicación (propagandas, publicidad, anuncios) también tienen una gran parte de responsabilidad, ya que en Perú se rigen por los patrones machistas y sexistas debido a que sigue mostrando a la mujer como medio de venta para servicios o productos. Por ejemplo, es muy común en Lima que en los servicios de lavado de automóviles o en talleres mecánicos se pongan fotos de chicas semidesnudas para promover el uso de dichos servicios. Además, se presenta a la mujer como el sexo débil, delicada y sumisa. Esto influencia sobre los espectadores haciendo que poco a poco el acoso, machismo e incluso violencia llegue a verse como algo normal en el día a día.
ACTORES
ESTADÍSTICAS
El acoso sexual callejero es un tema sumamente preocupante en nuestro país de acuerdo con las estadísticas recopiladas en los últimos años por diferentes instituciones del Perú.
En primer lugar, según el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2012) , se determinó en qué momento del día o lugares las mujeres sienten más temor en las calles. El 68.4% de mujeres se siente insegura a cualquier hora del día, mientras que en la noche un 88.1% experimenta lo mismo y el 93.6% se siente insegura en las zonas oscuras. Además, otro dato significativo indica que el 40% de féminas han sido objetos de miradas incómodas y recibieron silbidos por parte de extraños. Esto evidencia que pocas peruanas se sienten libres del acoso al transitar por las calles. Asimismo, la incidencia de esta problemática ha recaído en jóvenes que oscilan las edades de 18 hasta los 29 años.
En el año 2016, la IOP (Instituto Opinión Pública de la PUCP) realizó otra encuesta. En ella se indica que en las mujeres de 18 años a más, en 19 regiones del país, un 95.5% sufrió de tocamientos o roces incómodos. Este porcentaje nos demuestra la gravedad del problema en nuestro país si tenemos en cuenta que el Perú ocupa el segundo lugar en Latinoamérica con el mayor porcentaje de acoso sexual callejero.
Por último, a través de un informe presentado por la Defensoría del Pueblo desde el 2016 al 2018, se presentaron solo 21 denuncias, de las cuales solo dos fueron resueltas. Si vinculamos estos datos con los presentados anteriormente, las pocas denuncias presentadas nos demuestra que no todas las féminas agredidas denuncian a su acosador por el temor de ser avergonzadas, ya que una parte de la sociedad normaliza esta situación o porque serán archivadas las denuncias presentadas.